Nuestras niñas y niños pasan por distintas etapas a lo largo de su desarrollo, atravesando por momentos y situaciones en las que sin duda necesitarán de nosotros como soporte y de nuestro acompañamiento para lograr obtener el mayor provecho de cada etapa de su vida. Aprender a caminar, a jugar, a socializar. Aprender a vestirse, bañarse o comer bien.

Pero la alimentación sana es sin duda, algo que deberá ser más que la respuesta a una etapa y deberá convertirse en una hábito saludable que nuestras hijas e hijos sostengan a lo largo de su vida de niños y adultos. 

Dentro de este hábito saludable es tan importante lo que comemos, como cuándo y cómo lo hacemos. Es decir que es tan importante consumir alimentos de gran valor nutricional como hacerlo sin saltarnos ninguna comida al día.

En el caso de los niños pequeños, las porciones son más pequeñas que las de un adulto, pero más frecuentes. Por ejemplo:  un desayuno nutritivo, seguido de un snack a media mañana, una fruta antes del almuerzo, un suculento plato bien balanceado, una barrita de cereal mientras juegan en el parque, una merienda antes de la cena y una última comida ligera para contribuir con un buen descanso.

Los niños corren y juegan a lo largo de su día, gastando grandes cantidades de energía y perdiendo líquido en cada salto, volantín o gol atajado, por lo que como mamás debemos estar preparadas para ayudarlos a recuperar fuerzas ofreciéndoles snacks nutritivos y así asegurar un correcto desarrollo, sobre todo en la etapa temprana de nuestros niños, evitando la fatiga y el desgano. 

Con el tiempo ellos mismos asumirán esta práctica como un hábito saludable.

Pero no basta con acostumbrarlos a comer para recargar y recuperar energía, también debemos enseñarles  qué comer entre comidas. 

Evitar los alimentos envasados  repletos de colorantes, azúcar, preservantes y toda clase de añadidos químicos, debe ser nuestro objetivo. Porque aunque parezca más fácil darles un producto “listo para comer”, podríamos estar haciendo un gran daño al organismo de nuestras niñas y niños.

Es cierto que hoy día existe una gran variedad de opciones orgánicas, sugar free, naturales que sin duda puedes adquirir en las tiendas donde todo es sanísimo, riquísimo, pero también carísimo, y si tu bolsillo te lo permite, maravilloso. Pero si tienes que ajustar un poquito tu presupuesto familiar, no te angusties, pues comprar esos hermosos productos super naturales, no es la única opción cuando hablamos de snacks saludables. Lo mejor es optar por alimentos naturales que están llenos de nutrientes y vitaminas. Algunos incluso  vienen en su propio empaque y así de paso estamos trabajando en la consciencia ecológica de nuestros pequeños.

¿Se te ocurre qué alimentos pueden ser estos?. ¿No? 
¿Qué te parece si hacemos una lista juntas aquí y ahora?

Por ejemplo:

Frutas: plátano, mandarinas, cerezas, manzanas, uvas, tuna, manguito, papaya, arándanos o naranjas.

Frutos secos o nueces: Maní, sacha inchi, almendras. nueces, cashews, pasas, orejones, dátiles, pistachos , semillas de girasol.

Vegetales: Zanahorias en barritas, rodajas de pepino, tiritas de pimientos rojo, verde y amarillo. Choclito sancochado desgranado, brócoli, beterraga hervida, tomates frescos en rodajas, papita sancochada.

Proteína: Huevitos de codorniz, huevo duro, rollitos de jamón de pavo.

Aceites y grasas saludables: Aceitunas negras y verdes, palta o quesito fresco en cubos.

Barras de cereal con poca azúcar añadida o bolitas de kiwicha.

Miel de abejas en cucharadas,  jugos o con fruta picada.

Tal vez este sea un gran momento para empezar a preparar algunas cosas en casa con tus hijos, como unas galletas con pasitas y avena, o probar alguna receta fácil de pan.   

También pueden preparar sus propios bizcochos o muffins con poca azúcar,  panela o miel y con harina integral, quinoa, harina de maca, cañihua, mashua o avena, incorporando algunas frutas como plátano, arándanos o manzanita rallada. 

No hay duda alguna de que puedes encontrar gran cantidad de recetas en internet para preparar pan, bizcochos o postres sanos y muy ricos.

La idea es que nuestros hijos aprendan a  consumir snacks saludables desde que son muy pequeñitos, pues de esta forma los estamos guiando por el camino de una vida sana.

Al momento de elegir los snacks para tus pequeños, no olvides tomar en cuenta lo siguiente:

- Deben aportar vitaminas, minerales,antioxidantes y fibra.

- Deben ayudar a mantener a los niños satisfechos hasta la siguiente comida.

- Los  snacks deben aportar suficientes nutrientes a los niños para evitar la fatiga y mantener la energía.

- No olvides incluir mucha agua en su dieta diaria.

- Debes estar muy alerta a posibles reacciones alérgicas si tus pequeños prueban un nuevo alimento. De ser así, consulta inmediatamente con el pediatra.

Finalmente ten presente que los snacks deben ser fáciles de preparar y deben estar dentro de tus posibilidades económicas, por lo que esta lista tiene la finalidad de darte ideas que tu puedas poner en práctica según lo que puedes y quieres hacer.

El objetivo es alimentar bien a nuestras niñas y niños, de manera natural,  sin presiones para que cuidar nuestro cuerpo, sea siempre una experiencia positiva.

¡Ponte creativa y sorpréndelos!.