Con frecuencia asociamos la ambición con un tipo de situaciones poco positivas. Es un término que nos remite indefectiblemente a la imagen de una persona que no se detiene ante nada con tal de cumplir su cometido sin importar a quien lastima en el camino. Pero la ambición, vista desde otro punto, puede ser una cualidad muy positiva en adultos, jóvenes y niños y si es orientada correctamente, puede ser una motivación muy poderosa para que nuestras pequeñas y pequeños logren todo lo que se propongan en la vida.

¿Qué significa ambición?

La respuesta a esta pregunta sería que la ambición es un deseo intenso y casi vehemente e irracional de conseguir algo difícil de lograr. Normalmente se asocia a la riqueza, a la fama y al poder, pero podemos darle un nuevo sentido relacionándola con la educación y los retos académicos de los niños. Así la ambición puede convertirse en una cualidad vinculada a las emociones, deseos y sentimientos y a la energía y fuerza que se requiere para materializar los sueños de cada niña y niño. Por lo tanto podemos decir que ser una persona ambiciosa es poner en práctica distintas estrategias para superar cualquier desafío y mejorar en todo momento, mientras crece la mente, el corazón y su visión del mundo.

En esta nota queremos darte algunos consejos para fomentar la ambición positiva en tus niños y aplicarla en el aula para potenciar su desempeño académico.

Un estudiante ambicioso

La ambición es muy positiva cuando es el motor para desarrollar algún proyecto, investigación u objetivo, pues nos lleva a hacer ese esfuerzo extra con la intención de superarnos a nosotros mismos y dejar atrás el conformismo. Ser ambiciosos hace que nos pongamos metas cada vez más altas buscando la excelencia, mientras aplicamos la constancia, dedicación y esfuerzo.

Una actitud ambiciosa en la escuela logrará que las niñas y niños busquen mejores resultados ante cada uno de los requerimientos académicos de la escuela. Es por esto que debemos promover esa ambición positiva en nuestros niños, pero siempre observando muy de cerca para evitar que pierda el sentido constructivo y termine siendo una característica poco positiva.

Formas para fomentar la ambición positiva en los niños

Como mencionamos líneas arriba, nutrir el espíritu competitivo y ambicioso de los niños puede ser provechoso para ellos siempre y cuando podamos guiarlos de la mejor manera y evitar que olviden que esa búsqueda de la excelencia es un logro personal que nunca debe hacer daño a otros a su alrededor. Con estos consejos sencillos, podemos fomentar la ambición positiva desde casa para que nuestras hijas e hijos tengan la mejor experiencia académica posible y esta forma de ver la vida, les permita convertirse en su mejor versión posible.

Que tengan grandes sueños

Preguntarle a los niños lo que quieren ser de grandes puede darnos una idea de qué tipo de adultos quieren ser. Sin importar cuál sea su respuesta, y sin importar cuán difícil sea de lograr (en todo sentido), responde que SÍ. Que los niños sepan que nada es imposible y si quieren viajar al espacio, lo pueden hacer con esfuerzo y mucho compromiso. 

Hagan una lista juntos de los pasos a seguir para cumplir cada uno de sus sueños, busquen información relacionada que amplíe sus conocimientos sobre lo que quiere lograr y que nada los detenga.

Nuevas experiencias

Debemos ofrecer la mayor cantidad de experiencias posibles a nuestros hijos. Paseos, visitas a museos y galerías, clases de baile, teatro, deporte, lectura, cine, fotografía, exploración de la naturaleza y grandes conversaciones. Mientras más cosas conozcan, será más fácil descubrir sus habilidades y fortalezas y esas cosas en las que les gusta participar y pueden sobresalir.

Resolver es crecer

Fomentar la independencia y la autosuficiencia, también ayuda a desarrollar la ambición positiva en los niños. La vida los va a retar constantemente y, aunque como mamás y papás siempre vamos a querer ayudar a nuestros niños a cada momento, dejarlos resolver por sus propios medios los problemas que puedan surgir en el día a día, es una manera de ayudarlos a crecer. 

Arriesgarse puede sorprenderlos

Muchas veces los niños se preocupan mucho de cómo los ven sus compañeros de clase o qué piensan de ellos y esto los limita al momento de tomar acción sobre una situación relacionada a su trabajo académico. En momentos como estos los niños pueden preferir la aceptación social antes que el objetivo principal de su trabajo académico, olvidando la ambición positiva que los llevará al éxito. Alentemos a nuestros hijos a tomar riesgos e intentar cosas nuevas o inesperadas. Una niña o un niño con confianza, no se detendrá ante las miradas o críticas de sus compañeros y cumplirá con la meta que se haya puesto.

Estar enfocado

Para lograr nuestros objetivos debemos estar enfocados en ellos. Mantener la concentración en el objetivo ayudará a los niños a lograr sus metas. Pueden hacer una horario para el trabajo después de clase y una lista de pendientes que los ayude a no perder de vista los pasos a seguir, pero asegurémonos de dejar espacios para el juego y mucho tiempo libre, pues el descanso es tán necesario como las horas de estudio.

Ayudemos a nuestras niñas y niños a entender y explorar la ambición como una cualidad muy positiva que se usa y aprovecha de manera sana y productiva. Fomentemos el desarrollo y crecimiento personal de nuestros hijos con el buen ejemplo y el acompañamiento amoroso. Seamos un referente de compromiso y esfuerzo y nuestros pequeños serán grandes mujeres y hombres que construirán ese país en el que todos queremos vivir.