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La importancia de enseñar a tus hijos el respeto a los maestros

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La educación que las niñas y niños reciben en casa, es la más importante de todas y sin duda la que los convertirá en los adultos que serán mañana. En casa enseñamos desde lo más simple hasta lo más complejo, pasando por lo amable, lo divertido y muchas veces, lo que no tan bonito.

Pero nuestras niñas y niños son seres sociales y comparten experiencias e ideas con otras personas de las que aprenden, también. Van al colegio y son educados por sus maestras y maestros  y aunque este tiempo lo hagan desde la sala de casa,  sostienen con ellas y ellos una relación importante que debe ser lo más amable posible para ser lo más productiva posible.

Pero no siempre niños y maestros se conectan, se respetan o disfrutan de estar juntos (a la distancia) y eso puede ser un gran problema para su desarrollo y crecimiento académico, por lo que nos preguntamos  ¿cómo logramos que este vínculo sea fuerte y positivo entre alumnos y maestros?

Bueno, depende mucho de quienes son los profes, con cómo se relacionan con los niños y niñas, y de cómo los motivan para captar su interés. Tiene que ver con nuestras niñas y niños, con lo que piensan y lo que son y lo que quieren, pero también tiene TODO que ver con nosotros los padres y lo que decimos y enseñamos a nuestros hijos en casa.

Somos los responsables directos de lo que serán estos pequeños, de lo que dirán y sobre todo de cómo lo harán, pues aprenden del ejemplo, de NUESTRO ejemplo.

Si creemos que es importante que se relacionen correctamente con sus maestros y construyan una relación basada en el respeto y la empatía, debemos enseñarles a tratarlos cortésmente, a respetar el trabajo que hacen y a exigir ser respetados también.  Y claro, esta educación  se extiende a todas las personas que se cruzan en sus vidas, empezando por ellos mismos. 

Este no es un trabajo que se logrará en un día, requiere esfuerzo y constancia, pero tienes que empezar de alguna manera, así que aquí te dejamos 3 consejos que tal vez te ayuden en esta importante tarea:

Ser respetuosos y educados es de valientes

Es cierto que nadie se lleva bien con todas las personas en la vida y esta realidad no excluye a los niños y sus maestros. Pero esta situación no justifica malas respuestas o gestos de desaire, por lo que debemos enseñarles a sostener una comunicación educada y amable de ida y vuelta, pues sin duda será la mejor forma de intercambiar ideas, hacer preguntas y pedir respuestas. Así, aunque algunos maestros no sean sus personas favoritas, no se sentirán incómodos en las sesiones de estudio y podrán trabajar en un ambiente de armonía y respeto.

El respeto empieza por uno mismo

Debemos enseñar a nuestras niñas y niños que ser respetuosos con sus maestros, no es dejarse  tratar mal por ellos ni ser humillados. El respeto siempre debe ser mutuo y las niñas y niños no deben respeto a un maestro solo por ser un adulto.  Debemos empoderar a nuestros hijos para que usen su voz sin temor y con cortesía y educación , expongan sus ideas y exijan sus derechos.

Educamos con el ejemplo

Debemos ser cuidadosos con los comentarios o conversaciones que sostenemos entre adultos cuando estamos cerca de los niños. Muchas veces no estamos de acuerdo con los métodos educativos, o con algún comentario que se hizo durante la clase virtual, pero debemos recordar que si los adultos de casa hablamos de manera poco positiva de los maestros de nuestros hijos, será muy difícil que ellos tengan  una buena imagen de sus educadores.

Lograra construir relaciones positivas es un trabajo arduo que no termina nunca y aunque puede ser muy demandante, también es gratificante al final del día y sucede con cada persona que forma parte de nuestras vidas: mamás , papás, hijas, hijos, abuelas y abuelos, maestros, amigos, primos, quienes ayudan en casa, quienes nos atienden en una tienda o quienes nos cuidan cuando vamos por la calle. Enseñar a nuestras niñas y niños a decir buenos días, hola, por favor y gracias puede abrirles muchas puertas en el mundo de las relaciones humanas positivas, pues si brindamos cortesía, educación, amabilidad y empatía, es más probable que lo recibamos de vuelta. Pero lo primero que debemos enseñara a nuestros hijos es a respetarse a sí mismos siempre.

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