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Libros físicos o digitales ¿Qué prefieres o cómo deberían leer tus hijos?

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Vivimos en un mundo de modernidad, ciencia y tecnología, en el que todo sucede a través de líneas de comunicación que nos conectan con el mundo entero. Hoy en día podemos sostener una conversación en tiempo real con alguien que se encuentra al otro lado del mundo, educarnos en una sala que no existe físicamente y explorar el espacio exterior con robots que portan cámaras de video y todo a través de una pantalla.

Pero las pantallas de todo tamaño han tomado muchos más espacios dentro de la vida cotidiana sobre los que tenemos consciencia, llegando a sustituir hasta el acompañamiento humano. Hoy queremos hablar sobre los libros digitales, su propósito, sus pros y contras y cuán adecuados son, o no,  para los niños.

La primera biblioteca digital

Michael Hart produjo la primera biblioteca digital en 1971. El estudiante Norteamericano, trabajaba en uno de los ordenadores de la red de computadoras que dió vida a la Internet. Convencido de que Internet formaría parte de todos los hogares en el futuro, empieza un proyecto para digitalizar obras literarios impresas que presentó el 4 de Julio del mismo año bajo el nombre de Proyecto Gutenberg, cuyo propósito era contribuir en la alfabetización mundial poniendo al alcance de cualquier ciudadano libros de todos los tiempos de manera gratuita. Para finales de la década, la biblioteca contaba con más de 300 libros, entre los que se encontraban la biblia, las obras de Lewis Carroll, Mark Twain y Shakespeare, entre otros. Estos libros fueron mecanografiados uno a uno hasta que se desarrollaron nuevas tecnologías para el traspaso de datos. Es así como los libros digitales surgen como una alternativa para acercarse a la lectura.

Los niños y los libros

Queda claro que la digitalización de obras escritas parte de una idea justa y positiva, pues se busca llevar a cada rincón del planeta, millones de títulos y autores, tan distintos entre sí, como personas hay en el mundo. Hoy día muchos niños de todas las edades pasan gran parte de su tiempo frente a una pantalla, pues el uso de las computadores o tablets se ha popularizado muchísimo en la última década en términos de aprendizaje y estudio y la vida acelerada que vivimos ha encontrado en el teléfono y en plataformas de video, un “aliado” para los padres en la crianza de sus hijos.

A pesar que los expertos recomiendan fuertemente no utilizar pantallas en niños menores de dos años, no es extraño ver que mucha de la interacción con el mundo, sucede a través de estos aparatos, incluída la lectura que a su vez es reemplazada por un video o un audiolibro.

Los niños, y sobre todo los niños pequeños, necesitan relacionarse con el mundo de manera concreta, tocando y explorando los objetos en vivo y en directo, pues de esta manera incorporan información a sus torres de conocimiento mientras comparan, identifican y clasifican lo que ven. Los libros son una parte importante de esta exploración sensorial y construcción de aprendizaje en los primeros años de los niños, pues permite crear un vínculo con los libros como objetos, para luego encontrar el interés en su contenido visual y posteriormente en la información que contienen a partir de la lectura. Un libro forma parte del proceso de aprendizaje de códigos y la relación que existe entre fonemas y grafemas y es además una actividad social que permite integrar a un grupo de niños en una acción que se comparte con otros. Leer a los niños antes de dormir, nutre el vínculo entre padres e hijos y aporta en el aprendizaje de la lectura cuando compartimos la página y hacemos seguimiento de lo que leemos con nuestro dedo, pues comienzan a relacionar letras con sonidos de manera natural y orgánica. También se fomenta la creatividad y la imaginación a partir de una lectura cargada de emociones expresadas modulando la voz del narrador. Cada vez que  un niño lee un libro, su universo crece una página a la vez.

Los libros digitales

El mundo ha cambiado mucho y es maravilloso y sorprendente lo que podemos hacer y la forma en la que accedemos a la información. Los libros físicos son hermosos objetos que acompañan a su dueño a todas partes, pero es cierto es que no todas las personas y por lo tanto, no todos los niños, pueden acceder a uno o más libros con facilidad, pues son objetos de alto valor monetario que no entran en la economía de todas las familias, sin embargo casi todas las personas adultas poseen un teléfono con señal de internet o con la capacidad para conectarse a una red abierta y descargar libros de manera digital, que luego los niños de la casa pueden leer una y otra vez y compartir con otros pequeños. El  mundo digital ofrece información para cualquier persona por igual y cuando se trata de un libro, brinda gran cantidad de contenido desde un único dispositivo móvil que puede ser llevado a cualquier parte del mundo. 

Un libro en formato digital está pensado para niños que pueden leer de manera fluida, mientras que uno físico puede ser un objeto interesante para un pequeño que empieza a descubrir el mundo a través de los objetos a su alrededor. La lectura es una herramienta para desarrollar la creatividad, la curiosidad, la imaginación, para crecer en mente y alma sin importar qué método elijamos para fomentarla, pero es importante observar las necesidades individuales de cada pequeño para ofrecer la mejor manera de convertirla en un hábito y garantizar que los niños descubran el maravilloso mundo de la literatura, ya sea en su versión digital apelando a sus habilidades de nativos digitales, o en físico, para disfrutar de la relación que se produce con los libros como objetos y alimentar el mundo sensorial de los pequeños. 

Ambas opciones tienen muchos beneficios, elige la mejor para tus pequeños y deja que su imaginación vuele muy alto.

 

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