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Cuando te conviertes en mamá: ¡Tu salud mental también importa!

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Cuando te conviertes en mamá, cambias por completo: desde tu físico, hasta la forma en la que sientes el mundo que te rodea. Una nueva versión de ti se abre paso para cuidar, criar, nutrir, acompañar, guiar y amar a tus niños hasta el punto de anteponer su bienestar y felicidad a tus propias necesidades. Pero no solo eres responsables por estas pequeñas y nuevas vidas, si no también de la nueva mujer en la que te has convertido y con la que debes familiarizarte profundamente.

Es muy común que te estrelles contra una torre de artículos, notas y videos sobre lo importante que es dedicarle tiempo al cuidado de tu cuerpo durante y después del embarazo, y es totalmente cierto, pues cuidar de tu físico siempre será algo bueno por muchos motivos, pero sin duda cuidar de su salud mental y emocional es igual de importante y es muy necesario que sea una de tus prioridades.

Cuando te sientes enferma o tienes algún tipo de dolor físico, una cita con el médico suele ser lo primero que haces para ocuparte de las situación y evitar que se convierta en algo más grande que luego no puedas controlar y ¡Bravo por eso!, es la mejor actitud que puedes tener, pero ¿Haces lo mismo cuando el malestar está en tu mente o en tu sentir?

Probablemente no, y es que quizás, no seas conscientes de lo necesario que es cuidar tu  salud mental cuando eres madres.

Es normal que entre las muchas responsabilidades que adquieres al momento de convertirte en mamá, no le dediques tiempo a eso que parece ser menos importante que tus niños y sus rutinas, pero debes hacerlo porque para que ellos estén bien, tú debes estarlo primero. Es por eso que tu salud mental y emocional son tan importantes, pues son la base de las relaciones saludables con tu familia y entorno y la manera en la que reaccionas a las distintas situaciones o al estrés de cada día.

Tal vez no te habías detenido a pensar sobre esto y lo importante que es para ti (en cada momento de la vida), así que  estos son unos consejos simples para cuidar de tu salud mental mientras eres mamá:

Dedica tiempo para ti a solas

Con tu vida de mamá es casi imposible tener tiempo libre, pero es muy importante que logres encontrarlo. Sabemos que no es fácil, pero tienes que hacer un esfuerzo para llevarlo a cabo como sea, incluso si necesitas agendarlo como lo haces con las citas del pediatra para tus niños. Y no sientas culpa de querer un tiempo sin ellos, es perfectamente normal y saludable hacerlo, sobre todo porque te permitirá tener la calma para entender tus sentimientos como madre y mujer. ¡Querer es poder!

Haz cosas que alimenten tu espíritu

Aunque es innegable que tus hijos te llenan de felicidad, no debes dejar ni por un momento de hacer esas cosas que te apasionan desde siempre y que te llenan de emoción y energía.

Busca tiempo para retomar la lectura, el baile, o la buena música. Para escribir un diario sobre tu situación como madre y lo que aprendes a partir de esta nueva versión de ti misma, o sólo volver a tomar fotos de cualquier cosa que te parezca increíble.  No importa lo que sea, mientras se sienta como una caricia para el alma.

Si es necesario, ve a terapia

La terapia es una gran forma de atender tu salud mental y en el caso de las madres, es una muy buena forma de prevenir o combatir la depresión durante y después del embarazo. A veces sólo escucharte decir los que estás pasando en voz alta, puede ser revelador y significar un gran cambio en tu vida, pero recuerda que la terapia  solo funciona si le pones ganas, voluntad y constancia. No siempre es posible lograr una mejora por ti misma, a veces necesitas un a ayudita extra y no hay nada vergonzoso en ello.

Rodéate de personas, cosas y situaciones positivas

No todos los días son maravillosos y algunos son realmente malos,  y eso le pasa a cualquier persona, aún sin ser madre. La diferencia es que  al tener responsabilidad sobre otros (tus hijos), no tienes tiempo  que perder al momento de superarlo. Es por esto que es bueno recordar  en esos casos, que sólo se trata de un pequeño bache y que sin duda saldrás de él victoriosa. Busca la ayuda de esas personas positivas que tienes cerca, o de todo lo que te haga bien, incluso si se trata de leer una frase motivacional para empezar a un nuevo gran día.

Ejercita tu cuerpo

Seguro ya sabes que hacer ejercicio no sólo es bueno para tu cuerpo si no para tu mente también, pues al momento en el que tu cerebro produce endorfinas,  te genera una sensación de bienestar que se vuelve un gran antidepresivo natural.  Y aunque claramente la rutina de una mamá no deja mucho tiempo libre para casi nada, unos minutos de respiración y estiramiento, un poco de baile en medio de la sala o una gratificante y energizante caminata por el parque, pueden hacer la de tu día, un gran día.

Sal con tu amigas

Todo gira en torno a tus niños: tu tiempo, tus actividades, tus conversaciones y aunque nunca estás realmente sola, esto te puede hacer  sentir como la única persona en el mundo. ¡Sal con tus amigas y diviértete!. Toma un café , un helado o un vino con ellas y ríete hasta que te duela la cara. Habla de lo que sea importante o sólo de “lo que sea”, sin presiones, sin preocupaciones, con gusto y felicidad. Te lo mereces. 

Todas las mamás son distintas y cada hogar un universo único, pero  haz un esfuerzo e intenta  darte un espacio que sólo sea para ti y sólo disfrutes tu, dentro de tus posibilidades y tu realidad, claro. 

No te olvides que al cuidar tu salud mental, no sólo estás previniendo posibles enfermedades como la ansiedad o la depresión, sino también, aprendes a manejar  tus emociones, te conoces profundamente y mejoras mucho tu calidad de vida y la de tu familia.

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