Cada madre y padre del mundo tiene como anhelo profundo, que sus hijos nazcan sanos. Cuando al fin podemos verlos y tocarlos, revisamos cada detalle: ojos, nariz y boca en su lugar, brazos y piernas en movimiento, veinte deditos entre pies y manos. Todo parece estar bien y entonces respiramos. 

Pero existen algunos retos, dificultades y condiciones  que son invisibles a los ojos y solo se van manifestando con el tiempo. El Trastorno de Espectro Autista (TEA) es uno de ellos. 

¿Pero qué es el trastorno de Espectro Autista?

El Trastorno del Espectro Autista es una condición del neurodesarrollo con la que se nace y  se caracteriza por la presencia de deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social y va acompañado de patrones de comportamiento e intereses restringidos y repetitivos.

Este trastorno se caracteriza también,  por la intensa concentración de una persona en su mundo interior y la progresiva pérdida de contacto con la realidad que se comparte con otras personas.

En los niños pequeños es muy fácil ver que tienden a tener intereses limitados. Su juego es repetitivo y solitario, evitan el contacto visual con otras personas y suelen apartarse de los otros niños. La empatía les es ajena, pues tienen dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de lo que ellos sienten. 

Es común que presenten retraso en las destrezas del habla y el lenguaje y con frecuencia vemos que  repiten palabras o frases una y otra vez, lo que conocemos como ecolalia.

Pero al igual que en cualquier otro trastorno o condición, existen formas de acompañamiento que buscan incorporar a los niños con TEA en las actividades cotidianas de sus pares. La terapia es una de estas formas y ayuda a las niñas y niños a regular sus reacciones, a socializar y a desenvolverse con menos dificultad en las actividades que facilitan y promueven su desarrollo.

La terapia a través del arte es un tratamiento utilizado por los terapeutas para enfrentar los desafíos que a menudo deben sortear las personas con este trastorno, ya que el arte ofrece una sensación de calma y serenidad muy positiva en los universos del espectro autista.

La arteterapia  es una forma de psicoterapia que toma el arte como herramienta para la expresión y la comunicación. A Través del trabajo artístico los niños manifiestan las dificultades con las que deben lidiar en su mundo interior y hacerlas visibles para quienes los acompañan, por lo que se toma en cuenta cada detalle del proceso creativo, tanto como de la obra terminada.

Algunos beneficios de la arteterapia

Esta forma de terapia puede ayudar a mejorar la comunicación y a desarrollar relaciones sociales entre un niño con TEA y otros niños. Puede también contribuir a potenciar sus capacidades o habilidades académicas.

La terapia de arte puede ayudar a estimular la parte difusa del cerebro y también ayudar a los niños a sostener conversaciones no verbales a partir de la producción de imágenes, íconos o símbolos.

Los niños con TEA pueden beneficiarse de los métodos de terapia de arte, especialmente para mejorar el contacto visual, la relación entre causa y efecto con las señales, las expresiones emocionales y las instrucciones contextuales.

La arteterapia brinda calma y serenidad a los niños con TEA, por lo que es una gran herramienta para controlar la ansiedad y promover la salud emocional.

La arteterapia se utiliza para aprender a manejar la frustración en los niños con TEA, pues una actividad manual del tipo artístico requiere paciencia y resistencia en la resolución de problemas a lo largo del  proceso creativo y la ejecución de la obra.

Los niños con TEA  suelen ser muy sensibles a los estímulos sensoriales, por lo que el trabajo con masas y distintas texturas puede beneficiar la conexión con sus propias emociones, despertando su sistema nervioso a partir de la exploración de nuevas sensaciones y experiencias.

El arte en  sus distintas formas y aplicaciones, es una herramienta maravillosa que nutre el mundo interior de las personas, mejora nuestra atención, concentración y nuestra  memoria.  Nos ayuda a fortalecer la autoestima y la confianza en nosotros mismos y nuestras capacidades. Facilita la comunicación entre las personas de todas las edades y ofrece a los niños gran variedad de lenguajes para expresarse y compartir su mundo interior. Un mundo con rate nos ayuda a encontrar bienestar, equilibrio y salud emocional.