La maternidad nos regala una suerte de súper poder que nos vuelve capaces de encargarnos de todo al mismo tiempo y hacerlo bien. Tomamos las riendas de nuestro hogar, sacamos adelante a nuestras hijas e hijos, atendemos nuestra vida profesional y a morosa, en algunos casos cuidamos de nuestros familiares (padres o abuelos), nos inventamos y reinventamos cada día para cumplir con todos esos grandes compromisos que decidimos asumir un lunes hace ya muchos años y que nos acompaña a diario junto al amor que sentimos por nuestros pequeños. 

Si has leído hasta aquí, seguro puedes reconocer que casi todos nuestros espacios están dedicados al cuidado y acompañamiento de otras personas y pocos a nuestro propio bienestar. Y es que a veces el tiempo no tiene horas extra para nosotras las mamás.

Cuidar de nuestra familia es algo que sin duda hacemos con amor, dedicación y sin esperar un reconocimiento inmediato o futuro por ello, pero eso no debe convertir esta labor increíble en la única que (como mamás) aspiramos a realizar.

Es cierto que velar por el bienestar de los que amamos es un placer, pero al mismo tiempo es también una de nuestras muchas obligaciones y cada mamá en el mundo entero necesita y merece tener actividades de enriquecimiento personal, pasatiempos o hobbies, que nos regalen tiempo a solas, bienestar y nos devuelvan alguito de independencia.

Y aunque algunas mamás digan que su pasatiempo favorito es su familia, es verdaderamente saludable y necesario encontrar otras actividades, pasatiempos o hobbies que nos permitan cultivarnos, crecer como personas, sentirnos satisfechas, superarnos y alimentar mente y cuerpo para seguir siendo maravillosas y capaces de  cumplir con cada una de las responsabilidades que decidimos asumir en la vida.

Pero... ¿Alguna vez has pensado en qué te gustaría hacer a ti solita?

Podemos empezar por esas cosas que se hacen con lo que tenemos en casa o a mano, como por ejemplo tomar fotos con el celular. Podemos incursionar en el mundo de la fotografía con nuestro teléfono e investigar sobre tendencias, composición, color, tipo de papel para impresión y claro, sobre fotógrafos y su motivación, con tanta facilidad como hacer click en internet.

Podemos aprender sobre jardinería, organizar un “Club de Libro” con amigas (virtual, claro), probar suerte con las manualidades, la costura o la carpintería. Pintar, dibujar, hacer yoga o aprender sobre repostería o cocina tradicional.

Tal vez estamos con ganas de probar algo de más acción como empezar a surfear, hacer bicicleta de montaña o un arte marcial. Sin embargo pensar en aprender a hacer papel  y volvernos una expertas en ello, puede ser igual de emocionante y adrenalínico, depende de lo que nuestro corazón quiera y necesite.

Por suerte si no tenemos certeza de qué probar hoy, existe gran cantidad de cursos y tutoriales en línea con los que puedes empezar hoy mismo  y ver qué es lo que más te gusta.

Las posibilidades son tantas que solo dependen de lo que queremos y de lo que más nos provoque. Lo importante es lograr un espacio donde por un momento, nadie sea más importante que nosotras, que nos haga sentir bien, poderosas, indestructibles y maravillosas.

El talento está en nuestro interior  y solo hace falta un empujoncito para despertarlo.