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¿Quieres inculcar el hábito de la lectura en tus niños? Sigue estos tips y lo lograrás

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Cuando los niños y las niñas comienzan a leer y a escribir, el universo a su alrededor cambia de manera radical y para siempre. Ahora son capaces de comunicarse e intercambiar información a un nivel muy sofisticado con todo aquel que lea y escriba.

Cuando una niña o un niño empieza a leer, hace uso de sus capacidades y desarrolla otras que aún están dormidas. Se produce un ejercicio de las habilidades cerebrales que agiliza la mente, estimula el desarrollo del pensamiento creativo, alimenta la imaginación y aumenta las herramientas de comunicación de cada persona.

La lectura además, estimula la concentración de los pequeños, aportando grandes beneficios en su vida escolar y académica, fortaleciendo los mecanismos para el aprendizaje al mismo tiempo que refuerza la autoestima de los niños.

Cuando una niña o un niño aprende a leer, crece,  y su mundo crece junto con ellos.

Pero en una realidad ideal, la lectura no debe servir única y exclusivamente para el estudio, sino como una actividad placentera que acompañe la vida de las personas en todo momento. La lectura es un hábito que debe ser aprendido, trabajado y afianzado a través de la práctica y la constancia, para luego formar parte de la vida de cada niña, niño, joven y adulto.

El hábito de la lectura

¿Quieres inculcar el hábito de la lectura en tus niños? Sigue estos tips y lo lograrás

Es poco probable, aunque no es imposible, que los niños desarrollen el hábito de la lectura por sí mismos mágicamente, y es que como cualquier costumbre, la lectura debe enseñarse, aprenderse, practicarse y disfrutarse. Los niños aprenderán a  leer en la escuela, pero si se familiarizan desde el inicio con la lectura dentro de casa, tal vez el proceso sea mucho más fluido y amable.

Partiendo de esta idea, hemos hecho una lista de consejos que pueden ser muy útiles para inculcar el hábito de la lectura en tus niños. Si es algo que te parece relevante durante su desarrollo, toma nota y pon en práctica estos consejos ya mismo.

Antes de impulsar el aprendizaje de lectoescritura de las niñas y niños, debemos estar muy seguros de que están en el momento adecuado. Aunque es verdad que cada niño tiene un ritmo distinto al de otros pequeños, se calcula que la edad ideal para este aprendizaje son los seis años. Pero para comenzar, los niños deben haber consolidado otros aprendizajes previamente. Un vocabulario extenso y el uso y manejo coordinado de su cuerpo, deben ser parte de su persona para poder construir nuevos conocimientos como la lectura y escritura. 

Entre los tres y cuatro años, las niñas y los niños aprenden la forma de las letras, luego a reconocer su nombre y a los 5 años ya pueden relacionar grafemas con fonemas. Estos pasos son necesarios para que el aprendizaje de la lectoescritura, sea un proceso positivo para los pequeños.

Consejos para crear el hábito de la lectura

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Enseñar con el ejemplo

No hay herramienta más poderosa que el ejemplo. Si queremos que nuestros pequeños sean grandes lectores, debemos empezar compartiendo este hábito con ellos.

Tiempo juntos

Aunque no siempre tenemos todo el tiempo que quisiéramos para dedicar a las actividades de nuestros pequeños, por fortuna siempre podemos encontrar un momento para leer a nuestros niños o hacerlo junto con ellos. Podemos hacer de la hora de dormir, un tiempo perfecto para fomentar el hábito de la lectura y leer cuentos e historias. Cuando hayan crecido lo suficiente, podemos alternar la narración con ellos e intercalar capítulos o páginas de un buen libro. Esta es una forma maravillosa de crear un vínculo con la lectura y reforzar los lazos afectivos con los padres.  Nada mejor que terminar el día con una historia emocionante y mágica para entrar al mundo de los sueños. Un cuento antes de dormir puede convertir a nuestros niños en grandes lectores.

Acceso a los libros

Para que los niños se sientan cómodos con un libro, debemos empezar a familiarizarlos con ellos desde el inicio. Es importante que los libros sean muy visuales en los primeros años, pues los bebés sólo reconocen colores y luego formas. También es necesario que estén siempre al alcance de sus manitos, pues de esta manera estamos fomentando la independencia y autonomía.

Un buena biblioteca

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La variedad puede hacer que los niños demuestren más interés por seguir leyendo. Una biblioteca bien surtida es importante para mantenerlos motivados. Pero si no tienen muchas opciones en casa,  las Municipalidades están implementando bibliotecas infantiles de las que se puede hacer un gran uso.

Lleva a tus niños de paseo por las librerías de tu barrio para encontrar tesoros inesperados, o intercambia libros con otras familias y así siempre tendrán nuevo material de lectura.

Aparatos electrónicos

Es cierto que hoy en día casi todos los niños tienen acceso a algún tipo de dispositivo capaz de conectarse a la red y reproducir un video. Muchas veces somos los padres quienes optamos por este tipo de entretenimiento de fácil consumo sobre un estímulo más completo y apropiado por cuestiones de tiempo y logística, sobre todo en las primeras etapas de nuestros hijos. Busquemos dosificar los aparatos electrónicos y darle un lugar  importante a los libros, a los lápices, al papel y al juego en todas sus formas. No es necesario descartar la tecnología, pues es una parte indiscutible de la vida moderna, pero es recomendable que las experiencias de los niños y sobre todo de los más pequeños, suceda de manera presencial, real y tangible. No olvidemos que las niñas y los niños construyen su conocimiento a partir de las experiencias con los objetos, las personas y las situacione,s y que para ello utilizan sus habilidades sensoriales como herramienta de reconocimiento, clasificación y registro de nueva información.

Estar al tanto de los que les gusta

Es importante y muy práctico también, estar bien enterado de los gustos y preferencias de los niños, pues de esta manera tenemos más posibilidades de ofrecer materiales que los motiven a seguir desarrollando el amor por la lectura y otras actividades. Sin duda no producirá el mismo efecto llegar a casa con un libro de Harry Potter cuando nuestros hijos son fanáticos absolutos de Pokemon.

La lectura también es un juego

Debemos tener en mente que niñas y niños aprenden a través del juego, por lo que la lectura debe debe ofrecer esa posibilidad cuando nuestros hijos son pequeños. Una forma muy divertida de relacionarse lúdicamente con la lectura, es jugar a leer cuentos a otras personas o a los muñecos. Cuando los pequeños leen a otros, son importantes y están siendo maestros, también. Este juego les da seguridad y alimenta una autoestima saludable.

Un espacio de lectura 

Si está dentro de nuestras posibilidades, crear una espacio especial y hasta mágico para leer, puede ayudar mucho a que los niños disfruten de esta actividad y momento.  Hacer una especie de refugio, carpa o escondite de lectura, usando cojines y luces, puede dar grandes resultados.

Sin presión 

La lectura debe ser algo que los niños disfruten y quieran hacer, no una imposición u obligación, pues finalmente de ser así, sólo generará rechazo y no placer. Respetemos los tiempos de nuestros niños y sus habilidades, fortalezas y dificultades. Ellos encontrarán el camino a su propio ritmo.

Recuerda que debes ofrecer los libros que correspondan a la etapa de desarrollo de tus pequeños. No olvides que puedes encontrar gran cantidad de publicaciones en internet en caso no tengas accesos a los libros en físico.

Así como aprender a leer es un proceso que toma tiempo, amar los libros y la lectura, también lo es. Con los estímulos correctos, paciencia y dedicación, nuestras hijas e hijos lograrán crear el hábito de la lectura y el amor por la palabra escrita.

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