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“!Necesitas descansar!”, una frase que seguro escuchaste cientos de veces de los adultos a tu alrededor. ¿Y sabes una cosa? tienen razón. El descanso no solo se trata de dormir temprano una noche para poder despertarte al día siguiente sin tanta pereza cuando suene la alarma, el descanso beneficia tu cuerpo, tu mente y tus emociones a niveles que no creía posibles.
Sin duda has escuchado hablar de estudios, pruebas y muchos psicólogos revelando la necesidad de un descanso adecuado en los niños y jóvenes y de cómo la falta de sueño afecta el rendimiento académico, aunque tal vez nunca oiste nada parecido. En cualquiera de los casos, hoy vamos a hablar de cómo la falta de sueño y de descanso pueden afectar tus estudios, tu rendimiento académico, tu vida social y familiar. Así que no te duermas y presta mucha atención.
Cuando tu cuerpo no recibe la cantidad de descanso que necesita, tu ciclo vital se trastoca, los síntomas de la falta de sueño no tardan en aparecer y la sensación de malestar se hace presente de inmediato. Cuando sufres de privación de sueño, no solo estas cansada y agotada, si no que pierdes claridad en tu pensamiento, velocidad en tus reflejos y capacidad de crear nuevos recuerdos.
La falta de sueño afecta el funcionamiento del cerebro, disminuye tu salud física, emocional y psicológica. Cuando duermes poco te vuelves irritable, pierdes el control de tus emociones, tu memoria no responde, tu capacidad de atención y concentración disminuyen significativamente, reduciendo drásticamente tu rendimiento académico y laboral e incluso puede desencadenar un cuadro de depresión y ansiedad agudos. Un cerebro sin la cantidad de sueño necesario está debilitado temporalmente justo en el área responsable de la organización, la planificación y la solución de problemas, por lo tanto no puede procesar la información que recibe, tampoco puede organizarla y menos comprenderla.
Si tu cuerpo no recibe la cantidad de descanso que requiere, no solo se nota en tu desempeño académico, también se hace evidente en tu salud. Si no duermes bien tus defensas bajan, tu cuerpo se debilita y se vuelve más propenso a contraer virus y enfermedades. Un cuerpo fuerte y sano necesita alimentación balanceada, ejercicio y descanso.
Si estás buscando mejorar tu rendimiento en el colegio o en la universidad, es necesario que escuches a tu cuerpo y le des lo que necesita. Por ejemplo, beber mucha agua, comer alimentos de alto contenido vitamínico y proteico, balancear la ingesta de carbohidratos de tu dieta pues se convierten en pura energía y sí son necesarios. Al mismo tiempo debes hacer ejercicio, el que te haga sentir bien, a gusto y poderosa, pero sin obsesionarte por los resultados. Además de esto es muy importante que duermas la cantidad de horas que te corresponden, de esta manera todo tu cuerpo podrá responder como esperas. Sigue esta lista de sencillas recomendaciones para mejorar tu descanso y optimizar tu aprendizaje, verás que dan muy buenos resultados.
Cumplir con tus responsabilidades, con tus estudios, con tu familia y tu vida social, no es fácil y requiere de todas tus capacidades y habilidades juntas. No es raro que te exijas más de la cuenta y empieces a ganarle horas al día y quitarle horas a tu descanso tratando de ser la mejor y de sacar el máximo provecho de las oportunidades que tienes, pero si no cuidas de ti, nada de eso tiene sentido.
Come bien, come sano, ejercítate, toma agua, cuídate, quiérete, cultívate, date tiempo, explora el mundo, sorpréndete, celebra tus logros y descansa lo que haga falta para que todos los días liberes tu creatividad y tu talento imparables.