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Volver a la rutina escolar después de unas vacaciones en el mar, yendo al parque durante largas horas, visitando amigos, despertando tarde y postergando la hora de dormir tanto como sea posible, de largos periodos de descanso y diversión, puede ser un desafío para cualquier persona y sobre todo para un niño, pero para aquellos que enfrentan el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), este proceso puede ser aún más complicado. El TDAH, una condición neurológica que afecta la capacidad de atención, el control de impulsos y la actividad motora, puede hacer que adaptarse a la estructura y las demandas del entorno escolar sea especialmente difícil. Sin embargo, con el acompañamiento adecuado, los niños con TDAH pueden reintegrarse a la rutina escolar de manera positiva y exitosa.
¿Te has preguntado por qué es tan necesaria la rutina en la vida de los niños? Solemos escuchar, leer e incluso pensar que la rutina conlleva aburrimiento y falta de entusiasmo, pero las rutinas son una base indispensable en la vida de cualquier niña o niño, en cualquier parte del mundo y es especialmente importante para aquellos con TDAH.
Una rutina predecible y estructurada proporciona sentido de seguridad y estabilidad, lo que ayuda a reducir la ansiedad y mejora la capacidad de concentración de un pequeño. Para los niños con TDAH, tener una rutina clara y consistente puede ayudar a minimizar las distracciones y facilitar el cumplimiento de las tareas diarias, tanto en casa como en la escuela. La rutina aplicada a la vida de los niños, también fomenta la autonomía y la responsabilidad, pues enseña a hacerse cargo de sus propias acciones y a desarrollar habilidades de organización y autogestión.
Además facilita el desarrollo de hábitos saludables, pues una rutina bien estructurada puede incluir actividades importantes como comer, dormir, hacer ejercicio y estudiar. Las rutinas ofrecen la posibilidad de promover el desarrollo emocional y social de los niños al proporcionar oportunidades para la interacción social y el tiempo en familia, lo que promueve un ambiente emocionalmente positivo.
Es importante comprender las características del TDAH para poder brindar el apoyo adecuado a los niños que lo padecen. Algunos de los síntomas comunes del TDAH incluyen dificultad para prestar atención, impulsividad, hiperactividad y dificultades para organizarse y completar tareas. Estos síntomas pueden manifestarse de diferentes maneras en cada niño y pueden variar en intensidad, por lo que toda acción que potencie las capacidades y fortalezas de los niños, debe ser tomada en cuenta y puesta en marcha dentro de casa.
A pesar de que cada hogar, familia y niño son diferentes y que no todos responderán de la misma manera a los distintos estímulos, existen algunas estrategias que pueden ser efectivas para muchos niños con éste diagnóstico al momento de volver a clases y ajustar la rutina luego de las vacaciones. Algunas de estas estrategias pueden ser:
Establecer una rutina consistente: Crea una rutina diaria que incluya horarios específicos para despertarse, comer, hacer la tarea y dormir. Mantener una estructura constante puede ayudar a los niños con TDAH a sentirse más seguros y preparados para enfrentar el día escolar. De ser posible empieza estos ajustes un poco antes de volver a clases para que el cambio sea gradual y más fácil de incorporar en su día.
Utilizar recordatorios visuales: Utiliza calendarios, listas de tareas y alarmas visuales para ayudar a los niños a recordar las actividades y las tareas importantes. Los recordatorios visuales pueden ser especialmente útiles para los niños con TDAH, ya que les proporcionan una guía clara y tangible para seguir durante el día.
Fomentar el ejercicio: El ejercicio regular puede ayudar a reducir la ansiedad y el exceso de energía, síntomas del TDAH, pues aumenta los niveles de dopamina y mejora la concentración y el estado de ánimo de los niños. Anima a tus hijos a participar en actividades físicas que disfrute, como jugar al aire libre, practicar deportes o bailar.
Establecer metas reales: Divide las tareas y los proyectos escolares en pasos más pequeños y manejables. Ayuda a tus hijos a establecer metas realistas y a celebrar los logros, por pequeños que sean. Esto puede ayudar a mantener su motivación y a reducir la ansiedad. Antes de volver a clases, conversa con ellos sobre el trabajo que van a realizar durante el año escolar para que estén preparadso.
Comunicarse con el maestro: Mantén una comunicación abierta y regular con los maestros de tus hijos. Comparte información sobre el TDAH, así como estrategias que hayan funcionado bien en el pasado. Trabaja en colaboración con los maestros para identificar las necesidades específicas de tus hijos y desarrollar un plan de apoyo individualizado. Si es necesario, busca la ayuda de un maestro particular para mejorar las posibilidades en el cumplimiento de los objetivos de la escuela.
Practicar técnicas de relajación: Enseña a tus hijos técnicas de relajación, como la respiración profunda o la visualización, que pueda utilizar para reducir el estrés y la ansiedad en momentos de tensión. Practicar estas técnicas regularmente puede ayudar a mejorar la capacidad de atención y la autorregulación. Inclúyelas en las rutinas.
Volver a la rutina escolar puede ser un desafío para todos, pero con paciencia , orden y estrategias prácticas, tu pequeño con TDAH y toda la familia pueden reintegrarse a las clases de manera amable y positiva. No olvides aplicar un ajuste en la rutina y todos los consejos que hemos compartido aquí, así estarás ayudando a tus hijos a tener éxito en el entorno escolar y a desarrollar habilidades para la vida diaria y su futuro.