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Los hijos son siempre lo más preciado para una madre o un padre y su bienestar, la mayor preocupación de todas. Estamos atentos a sus necesidades, a su desarrollo físico, a sus relaciones sociales, a su madurez emocional y a sus logros académicos también. Como padres buscamos constantemente lo mejor para nuestros pequeños, tanto en el hogar, como en la escuela, por lo que el fracaso académico es un temor real y muy presente a lo largo de la etapa escolar de los niños. Pero el fracaso académico no sucede porque los niños son perezosos en cuanto al estudio se refiere, sino que puede estar ligado a una serie de factores que condicionan su desempeño y conocemos como problemas de aprendizaje. ¿Crees que tu pequeño pueda tener alguna dificultad para aprender?, aquí te contamos cómo detectar si tiene algún problema de aprendizaje y cómo ayudarlo.
Para poder empezar debemos tener claro lo que significa un problema en el aprendizaje y cómo se ve en un niño, pero al mismo tiempo debemos recordar en todo momento que cada niña y niño son universos únicos y que, al igual que cualquier otra personas, hablan diferente, lucen diferente y piensan diferente entre sí, por lo que tampoco aprenden de la misma manera. Ahora que este concepto está muy fresco, podemos decir que un problema de aprendizaje no guarda ninguna relación con la inteligencia de las personas sino con la forma en la que el cerebro de cada uno procesa la información que recibe de ciertos estímulos y puede presentarse en varios campos o competencias. Con frecuencia está más presente cuando se trata de números, lectura y códigos en general, lo que significa que suele manifestarse durante el trabajo matemático, en la escritura, lenguaje y en la lectura y comprensión de textos.
Aunque en el universo de la neurología existen muchas variables y situaciones únicas, los trastornos de aprendizaje más frecuentes y conocidos en los niños, son:
La dislexia es bastante común y muchas veces es confundida erróneamente con falta de inteligencia, cuando se trata de un trastorno en el que los niños no logran relacionar con facilidad los fonemas y grafemas que involucran a la lectura. La discalculia afecta solo el proceso de aprendizaje de los números y las matemáticas, creando gran dificultad en la consolidación del aprendizaje de los procesos del cálculo, mientras que la disgrafía afecta la escritura de un niños, tanto en su ortografía como en la caligrafía. Estos trastornos o problemas de aprendizaje son los más comunes en niñas y niños y con un correcto acompañamiento y terapia, pueden corregirse sin consecuencias, sin son detectados a tiempo.
Los niños que presentan dificultades para aprender tienen problemas con iertas materias, pero además suelen demostrar desgano para el estudio, mínima capacidad para concentrarse en una tarea y con frecuencia falta de iniciativa al momento de empezar el trabajo académico. Estas señales se hacen evidentes durante su participación enla vida escolar, pero lo cierto es que existen otras señales más sutiles que suelen pasar desapercibidas ante la mirada de los padres, pues se manifiestan en los primeros años de los niños y no parecen guardar ninguna relación con los trastornos de apredizaje, como por ejemplo:
Los trastornos de aprendizaje dificultan de manera extrema el desarrollo esperado en un niño dentro de un salón de clases, ocasionando el tan temido fracaso académico. Pero junto con esta situación, se presentan otros resultados igual de importantes como la disminución de la autoestima al ver que no logran avanzar en clases al mismo ritmo que sus compañeros. Esto produce falta de motivación para seguir aprendiendo, lo que a su vez produce mala actitud en los alumnos y comportamientos poco positivos para la dinámica grupal.
Para ayudar a un niño con estas características, lo primero es detectar la dificultad y buscar la ayuda de un profesional, acompañando con paciencia y entendimiento el proceso de cada pequeño. Es indispensable involucrar a la escuela y los maestros para sincronizar los métodos, técnicas y estrategias con las que se abordará el diagnóstico de cada niño, buscando su bienestar y su óptimo desarrollo académico, social y emocional.
El amor y la comprensión, además de la información y una buena comunicación, son la clave del éxito en el caso de niñas y niños con un diagnóstico de trastorno de aprendizaje, sin importar cuál de todos sea. Recuerda observar con atención, no juzgar ni estigmatizar a un niños por su condición, celebrar cada logro aunque sea pequeño y hacerlo saber que es maravilloso y muy capaz, sin importar la manera en la que aprenda, piense o sienta.