Escribir puede ser una acción muy satisfactoria sobre todo si disfrutas de contar historias, crear universos para tus personajes o si te encanta crear contenido para la escuela o la universidad. Escribir, es también, una actividad que contiene gran cantidad de reglas y normas que seguro ya has interiorizado y te permiten redactar con claridad, orden y fluidez las ideas que surgen durante tu redacción, aunque a veces sientas que te pierdes entre las reglas, la estructura y las palabras. Es cierto que cuando cuentas una historia o escribes un trabajo, sueles tener tiempo de pensar en la idea y en la mejor manera de construirla para que sea atractiva u objetiva, pero cuando tomas notas rápidas debes hacerlo de la manera más eficiente posible y pocas veces hay tiempo para elegir la palabra fonéticamente más rica o los sinónimos menos comunes.

Hoy queremos compartir contigo algunos consejos para redactar un escrito de ficción, un trabajo de investigación para la escuela o tomar apuntes rápidos para tus clases y que estos cumplan su función a cabalidad.

Textos narrativos

Siempre que quieras contar una historia debes empezar por encontrar una primera frase que atrape al lector, invitándolo a leer todo lo que viene, aunque se trate de 200 páginas escritas en letra chiquita y sin ilustraciones. Las descripciones no deben ser extremadamente largas, aunque deben poder situar al lector en el lugar o situación donde ocurre la historia o la escena. 

Es muy importante definir un estilo de redacción para sostenerlo a lo largo de la historia. Puedes elegir entre un estilo muy formal, técnico o fresco y coloquial. Depende mucho de ti, de tu público y del lenguaje que mejor manejes para que no se sienta forzado, e incluso mal redactado.

Debes prestar mucha atención a la estructura básica de una oración  (sujeto, verbo, predicado) para que quede muy claro quien realiza la acción y no te pierdas en una frase ambigua. 

Define bien el conflicto o problemática que sucederá durante la historia, el comienzo y el desenlace y los personajes que intervienen. Recuerda que una narración puede basarse en la vida real o en la ficción, puede tener varios personajes principales, sucede en un lugar y un tiempo, cuenta o narra algo que está sucediendo, busca un objetivo y el autor puede ser el narrador o la historia puede ser contada por uno de los personajes dentro de la misma  historia.

Trabajos

Cuando haces un trabajo de investigación monográfico para la escuela, el instituto o la universidad, debes tomar en cuenta que este es un trabajo que otras personas podrían utilizar como un texto de consulta, por lo que debe tener datos reales, estar bien organizado y ser coherente en la redacción.

Para empezar a redactar un trabajo monográfico debes seleccionar el tema y delimitarlo, lo que quiere decir que debes definir hasta dónde abrirás la investigación con respecto a los temas relacionados a la idea principal. Busca fuentes confiables de información y formula una hipótesis. Haz un borrador de tu trabajo y distribuye la información que ya tienes. Luego empieza a escribir.

Para que la redacción de tus trabajos sea la adecuada, no pierdas de vista el sujeto de cada una de tus oraciones y párrafos, pues con frecuencia sucede que perdemos el hilo y terminamos hablando de ellos cuando en realidad estábamos hablando de ella y la oración pierde sentido, así como la redacción de tu trabajo pierde calidad. Utiliza ideas cortas y concisas, no utilices muchos paréntesis o llaves dentro de un párrafo, pues si no están perfectamente aplicados, pueden generar mucha confusión para el lector.

Los componentes de una oración pueden moverse dentro de ésta de acuerdo a la importancia o relevancia que poseen. La estructura sintáctica ofrece un orden estándar que es recomendable seguir, sobre todo en tus primeros trabajos: Sujeto, Verbo, Predicado. Siguiendo esta fórmula, es poco probable que te confundas o pierdas el hilo durante la redacción. Si la estructura de tus oraciones está bien hecha, no incurrirás en discordancias, repeticiones o incoherencias. Recuerda utilizar un lenguaje relacionado al tema que estás tratando, pero teniendo presente a quién va dirigida la redacción de tu trabajo, por lo que no debes llenar tu texto de tecnicismos innecesarios que  solo harán incomprensible el verdadero sentido de tu escrito.

Notas y apuntes

Cuando tomas notas es muy importante que éstas sean eficientes y cumplan su función perfectamente. En estos casos debes evitar utilizar palabras que no aporten significado o contenido, incluso si suenan muy bien, pues llenan el espacio pero no dan información. 

Cuando tomas notas el uso de conectores es indispensable para crear coherencia entre tus ideas. Si el uso de palabras especializadas es muy necesario, haz una breve descripción utilizando “es decir” para que no haya dudas sobre su significado.

El uso de numeradores suelen ser de mucho provecho durante la redacción de notas y apuntes: 1, 2, 3, de ésta manera se entiende que hay un orden jerárquico en la relevancia de la información sin tener que colocar un gran título o dar otras explicaciones.

Si quieres mejorar tu redacción sin importar su propósito

• Lee con frecuencia, si tu vocabulario es amplio, será más sencillo encontrar palabras distintas y evitar la repetición constante de un solo término. 
• Ten un diccionario a la mano siempre y quítate la duda del significado de las palabras que quieres usar. 
• Escribe evitando adjudicar un género definido a tus textos, sobre todo cuando se trata de algo que puede ser leído por muchas personas y no tienen un tema orientado a un grupo específico.
• Lee una y otra vez tus textos y si es posible, pide a alguien que los lea también. Muchas veces no notamos un “error” por estar muy involucrados con la redacción y es necesario un ojo imparcial y fresco. 
• No temas probar algo nuevo, ya sea una nueva estructura en tu redacción o profundizar en la forma que estás utilizando.
• Investiga sobre las formas y la sintaxis, siempre puedes descubrir algo nuevo.
• Si se trata de notas y apuntes, segúrate de tener  los materiales y herramientas que puedas necesitar, como un buen lápiz, borrador, notitas adhesivas y un lapicero muy confiable.

Aplica estos simples consejos hoy mismo y verás que tu redacción puede mejorar muchísimo. No tengas miedo al cambio, podría ser justo lo que te hace falta para florecer y alcanzar tus metas.